En un contexto donde tener un Smartphone es vital, y la conexión a internet de alta velocidad está al orden del día, desarrollamos gran parte de nuestra vida dentro del mundo digital. Por ello, las soluciones biométricas juegan un rol importante para aportar seguridad.
En la vida real, nuestra seguridad y la de nuestros seres queridos está siempre presente entre nuestras principales preocupaciones. Nos gusta sentirnos seguros, por eso nuestras puertas tienen llaves y nuestras casas alarmas. En los entornos digitales ocurre lo mismo. Cada vez pasamos más tiempo inmersos en una vida virtual donde podemos hacer amigos, entablar conversaciones con ellos, hacer la compra o divertirnos con diferentes webs o apps de ocio. Y todo esto está genial, pero no está carente de riesgos de todo tipo.
La forma de proteger nuestra información e identidad en internet se ha basado tradicionalmente en registrar un usuario con una contraseña asociada. Este mecanismo presenta fragilidades que invitan a usar otros factores de autenticación que aporten una capa extra de seguridad, como un token o el reconocimiento biométrico.
Desde hace unos años se han comenzado a aplicar otros mecanismos a parte de las contraseñas, como es el caso de las soluciones que utilizan la biometría humana. Pero, ¿Cuál de estas dos técnicas, contraseñas o biometría, marcará el futuro de la seguridad digital? Vamos a explorar las características de cada una de ellas para conocer mejor de qué estamos hablando.
Principales problemas del uso de las contraseñas
Nuestros dispositivos informáticos contienen una gran cantidad de información personal que recogen de nuestra actividad digital. Por eso es tan importante utilizar mecanismos de seguridad para protegerlos. Las contraseñas se crearon con la intención de amparar nuestra información online para evitar que otras personas pudieran acceder a ella.
La manera óptima de establecer contraseñas seguras es mediante una combinación de dígitos alfanuméricos que sea difícil de averiguar, y modificarlas cada cierto tiempo. Esta puede ser una tarea tediosa y a veces imposible, debido a la cantidad de cuentas diferentes que puede llegar a tener un usuario. A pesar de ser un fastidio estar modificando la contraseña de tanto en tanto, permite mejorar la protección de tu cuenta.
Pero el principal problema de las contraseñas es el factor humano. Aunque nos cueste reconocerlo el ser humano es imperfecto por naturaleza. En el caso de las contraseñas el mayor peso de seguridad online recae en cada una de las personas. Como consecuencia se pueden observar varios problemas que consiguen bajar los niveles de seguridad considerablemente:
- Podemos encontrarnos con contraseñas que son bastante complejas de adivinar, pero a la vez difíciles de recordar o, por el contrario, contraseñas fáciles de recordar, pero también sencillas de robar.
- Las personas tienden a repetir la misma contraseña para varias cuentas diferentes. Si un pirata informático roba la contraseña, tiene la información de varias cuentas.
- Además, no medimos las consecuencias de compartir información en internet. Es interesante considerar que el uso de las redes sociales puede afectar a la seguridad de nuestras contraseñas. ¿Cómo? Muy sencillo, muchas de las contraseñas se forman utilizando información personal, como el nombre de nuestras mascotas o el aniversario con nuestra pareja.
En los inicios este método funcionaba y conseguía mantener nuestra vida digital segura hasta que los delincuentes informáticos encontraron la forma de robar esas contraseñas y acceder a la información ajena.
Para evitar este problema se comienzan a considerar otros métodos que sean más difíciles de robar. A continuación, vamos a hablar de los sistemas que utilizan las características fisiológicas y de comportamiento como llave de acceso, es decir, los sistemas de identificación biométrica.
Sistemas de identificación biométrica: Reconocimiento facial como sistema de seguridad
Los sistemas de reconocimiento biométrico se están comenzando a implantar en muchos sectores para la verificación de identidad de clientes. A pesar de que en ocasiones siguen teniendo fallos debido a las características específicas de algunos usuarios, condiciones lumínicas o ambientales así como a la calidad de las imágenes capturadas, la tecnología de autenticación biométrica cuenta con numerosos beneficios.
En esta ocasión vamos a centrarnos en el caso del reconocimiento facial como sistema de seguridad. ¿Por qué específicamente la biometría facial? Debido a que posee unas cualidades que la hacen destacar frente a las otras opciones en procesos de autenticación de identidad.
El reconocimiento facial es uno de los sistemas de reconocimiento biométrico más robusto, el rostro humano puede llegar a dar característica con un mayor grado de discriminación que otros sistemas. Además, el carácter intrusivo de esta tecnología es muy bajo, apenas se necesita la colaboración activa del usuario, lo que aumenta el grado de comodidad.
A parte de estas diferencias frente a los otros mecanismos biométricos, también presenta otras ventajas que se deben tener en cuenta:
- Los tiempos de autenticación se reducen frente a los métodos tradicionales, lo que mejora la comodidad del usuario, optimizando así su experiencia.
- Es importante destacar los controles de seguridad que van asociados a esta tecnología. Para evitar el fraude en los procesos de autenticación se realizan pruebas de control con las que verificar si se trata o no de una persona real (pruebas de vida activas o pasivas).
- Esta tecnología también presenta una ventaja claramente demandada en la actualidad, ya que para determinados casos de uso como acceso a localizaciones funciona como tecnología contactless, lo que significa que no es necesario manipular ningún equipo para acceder al lugar, simplemente mostrar el rostro.
Biometría como doble factor de autenticación
Una de las situaciones que se dan con mayor frecuencia es la combinación de ambas técnicas, con lo que se conoce como “doble factor de autenticación” (También impulsado por ciertas normativas como la PSD2).
También hay que destacar que la oleada de smartphones con sensores biométricos está favoreciendo la implantación de estos sistemas en sectores como por ejemplo los bancos, las fintech o el juego online.
Otro importante factor a considerar es el coronavirus que está fomentando la aplicación de medidas contactless. Un ejemplo de caso de uso de la tecnología de autenticación biométrica son los cajeros automáticos, donde se retira e ingresa dinero minimizando los contactos a través de reconocimiento facial.
En conclusión, las soluciones biométricas poco a poco se van implantando en numerosos procesos online como nuevo factor de autenticación, incluso sustituyendo por completo a las contraseñas en múltiples casos de uso. Habrá que seguir observando la evolución de las tecnologías biométricas para ver quién gana la batalla entre las contraseñas y las soluciones biométricas, pero a pesar de sus detractores, las soluciones biométricas han llegado para quedarse.
En Mobbeel desarrollamos herramientas que permiten implantar de una manera sencilla estos procedimientos: MobbScan (solución de onboarding digital) y MobbID (verificación biométrica de identidad) pueden ser tus mejores aliados en la transformación digital de tus procesos.
Si estás interesado en conocer más en profundidad comonuestra tecnología de puede ayudarte a verificar la identidad online de tus clientes, no dudes en ponerte en contacto con nosotros!
Soy Ingeniero Informático y amante del Marketing, Comunicación e Internacionalización de empresas, tareas que desarrollo como CMO de Mobbeel. Soy muchas cosas, algunas buenas, muchas malas… perfectamente imperfecto.
GUÍA
Identifica a tus usuarios mediante su cara
En esta dualidad analógico-digital, uno de los procesos que sigue siendo crucial para garantizar la seguridad es la verificación de identidad a través del reconocimiento facial. La cara, siendo el espejo del alma, proporciona una defensa única contra el fraude, aportando fiabilidad al proceso de identificación.