El papel de la mujer en la ciencia ha sido históricamente subestimado, a pesar de sus contribuciones esenciales. Mucho antes del surgimiento de la era digital, Ada Lovelace concibió la idea de una máquina capaz de realizar cálculos programables. En 1843, escribió que dicho dispositivo podría seguir instrucciones mediante un programa. Aunque la computadora que describió nunca llegó a construirse, sus aportes sentaron las bases de la informática, otorgándole el reconocimiento como la primera persona en programar una computadora.
Mujeres en tecnología: una presencia aún insuficiente
El papel de las mujeres en la tecnología ha crecido en las últimas décadas, pero sigue siendo insuficiente en comparación con el de los hombres. A pesar de los avances en la inclusión y la equidad de género, las estadísticas muestran que las mujeres siguen estando subrepresentadas en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y en puestos de liderazgo dentro del sector tecnológico.
Según datos recientes, solo el 23,47% de los especialistas TIC en España son mujeres. Además, la tasa de mujeres matriculadas en grados universitarios STEM está lejos de 50% en todos las áreas: en Matemáticas (36%), Física (27%), Telecomunicaciones (23%), e Informática (13%).
La Inteligencia Artificial es un campo clave para el futuro, y la presencia de mujeres en él es esencial para garantizar un desarrollo ético y sin sesgos. Sin embargo, solo el 22% de los profesionales en IA en España son mujeres. Esta falta de diversidad puede contribuir a la creación de algoritmos con sesgos de género, lo que perpetúa desigualdades en ámbitos como el empleo, la sanidad o la seguridad.
¿Por qué es importante la visión y presencia de la mujer?
La inteligencia artificial (IA) ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, transformando múltiples industrias a gran velocidad. Sin embargo, esta expansión ha tenido un impacto negativo en las mujeres en dos aspectos clave y complementarios: por un lado, la presencia de sesgos de género en los datos utilizados para entrenar los algoritmos, y por otro, la baja representación femenina en los equipos que desarrollan la IA. Ambos factores contribuyen a la perpetuación de desigualdades y resaltan la necesidad de mujeres en el sector de la inteligencia artificial y de una mayor equidad en este campo.
El aprendizaje automático en IA se basa en grandes volúmenes de datos que reflejan la sociedad. Si las mujeres, que representan el 50% de la población, no participan activamente en su desarrollo y las soluciones se crean con datos mayoritariamente masculinos, existe un alto riesgo de que los avances tecnológicos no respondan adecuadamente a sus necesidades o generen experiencias poco equitativas en el uso de la tecnología.
En el área de reconocimiento facial, expertas como Joy Buolamwini en 2019 demostraron cómo los sistemas de reconocimiento facial tenían tasas de error mucho más altas en mujeres y personas racializadas, precisamente por la falta de representación en los conjuntos de datos utilizados para entrenarlos. Actualmente, se ha reducido ese sesgo usando grandes datasets más representativos.
Una forma de mitigar esos sesgos es aumentar la presencia de mujeres en el desarrollo de la IA y fomentar la participación femenina. A pesar de los avances en equidad de género en tecnología, su representación en este sector sigue siendo baja. Contar con equipos diversos no solo permite identificar y corregir sesgos en los datos, sino que también impulsa la innovación y la creación de sistemas más justos y representativos. El futuro de la IA no puede construirse sin la visión de la mitad de la población y la equidad en la IA es una necesidad para garantizar que estas tecnologías reflejen la diversidad del mundo en el que vivimos y beneficien a toda la sociedad.
En contraste: Mobbeel
Mientras la realidad del mundo STEM refleja un claro desequilibrio entre presencia masculina y femenina, el departamento de Smart Systems de Mobbeel es un ejemplo de paridad, contando con un 50% de representación femenina. Este equilibrio es especialmente relevante dada la función que desempeña el departamento: investigar y dar vida a los modelos de IA que hay detrás de los productos de Mobbeel. Contar con un equipo diverso nos permite reducir el sesgo en nuestros modelos, e incluir ideas desde diferentes perspectivas y experiencias que no serían posible obtener en un equipo de un sólo género.
En concreto estamos hablando de Belén González Sánchez y Ángela Barriga Rodríguez, ambas doctoras en campos relacionados con la informática y la IA. Sus trabajos se centran en integrar modelos avanzados de IA para resolver problemas complejos y mejorar la seguridad y accesibilidad de los sistemas tecnológicos de Mobbeel.
Aquí su trabajo y experiencia:
Experiencia de Ángela
Ángela Barriga Rodríguez, ingeniera informática y doctora especializada en inteligencia artificial, aprendizaje automático y visión por computador. Actualmente trabajo como Smart Systems Lead en Mobbeel, donde gestiono y trabajo en el diseño e implementación de soluciones tecnológicas aplicadas al ámbito de la biometría. Disfruto colaborando como ponente en charlas de divulgación tecnológicas y académicas.
Un viaje entre códigos y algoritmos
Me gradué en Ingeniería Informática en Ingeniería del Software por la Universidad de Extremadura, donde también realicé un doble Máster en Ingeniería Informática y Dirección TIC. Tras esta etapa, continué mi desarrollo académico en la Western Norway University of Applied Sciences, donde completé un Doctorado enfocado en aplicaciones avanzadas de aprendizaje automático, abarcando áreas como el aprendizaje por refuerzo, las redes neuronales, y la IA explicable. Este trabajo incluyó publicaciones en revistas científicas internacionales, en las que abordé enfoques innovadores para el desarrollo de modelos de aprendizaje más transparentes y accesibles.
A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de desarrollar experiencia tanto en investigación como en entornos profesionales aplicados. Además, he colaborado en diversas empresas y proyectos tecnológicos, asumiendo roles que combinan desarrollo de software, gestión de equipos y creación de soluciones innovadoras.
Paralelamente, también he tenido experiencia en docencia, impartiendo formación a nivel de máster y participando en actividades de divulgación científica. Creo firmemente en la importancia de acercar la tecnología y la ciencia a un público más amplio, especialmente fomentando el interés de niñas y mujeres por las disciplinas STEM.
La informática es para todos
Durante mis estudios, ya desde el Bachillerato tecnológico, me quedó claro que estaba destinada a ser una minoría siendo mujer, llegando incluso a ser la primera mujer en trabajar en alguna de las empresas por las que he pasado. Sin embargo, mi experiencia ha sido muy positiva y en ningún caso mi género ha jugado en mi contra. En mi caso entré en informática movida por la pasión que me despertaban los videojuegos desde muy pequeña, pero con el tiempo fui enamorándome de otros aspectos de esta profesión. Cada día es un nuevo reto que me permite seguir desarrollándome y saciando mi inquietud intelectual. Además, la informática a día de hoy es de los mejores sectores a nivel laboral, permitiéndome disfrutar de una estabilidad que no hay en otros campos y de ventajas como el teletrabajo.
Creo que existe un cierto mito que tiñe la informática y en concreto la programación como un campo en dónde solo tienen cabida “cerebritos”, gente a al que se le den muy bien las matemáticas y que es una habilidad que solo unos pocos pueden manejar. Mi experiencia dista mucho de esto. No soy una experta en matemáticas y nunca lo he sido y, sin embargo, no tuve problema en aprender y desarrollar las habilidades necesarias para superar el grado. Hay una percepción que ve el programar y la tecnología como si fueran “magia” y son habilidades que, como en cualquier otro campo, cualquiera puede aprender a realizar.
La tecnología es un sector en constante cambio, y ahora más que nunca con el auge de la IA, considero esencial fomentar la diversidad en todos sus niveles. Espero que mi experiencia, tanto en investigación como en el sector tecnológico, pueda inspirar a más mujeres a adentrarse en el mundo de la inteligencia artificial y la informática, y a formar parte activa de los avances que están definiendo el futuro.
Experiencia de Belén
Mi nombre es Belén González, soy doctora por la Universidad de Extremadura en metaheurísticas y algoritmos multiobjetivo, y cuento con un Máster en Ingeniería Informática y otro en Análisis y Visualización de Datos Masivos. Mi formación y experiencia me llevaron a unirme a Mobbeel hace cinco años, donde desempeño tareas que, si bien mantienen el objetivo de optimizar el rendimiento de la tecnología al máximo, también me permiten un aprendizaje, análisis y crecimiento continuo en el ámbito de la IA.
Un camino inesperado hacia la ingeniería
Allá por 2008, cuando llegó mi momento de decidir qué estudiar en la universidad, la idea de cursar una ingeniería ni siquiera estaba entre mis opciones. Quizá me planteé algo relacionado con arquitectura, pero nada lograba captar realmente mi interés. ¿Quizás falta referentes?¿Falta de información? ¿O simplemente indecisión? Finalmente, opté por un Ciclo Formativo de Grado Superior en “Desarrollo de Aplicaciones Informáticas” que elegí por estar cerca de casa y así empezó mi inmersión hacia la ingeniería informática.
Desde ese momento, he sido parte de una representación minoritaria del género femenino en cada una de las etapas: Ciclo Formativo, Grado, Máster, entornos laborales, etc. En su momento, nunca lo viví como un problema; después de todo, no es el único ámbito donde existe una desigualdad de género. Sin embargo, en los últimos años, trabajando de cerca con la inteligencia artificial, he tomado mayor conciencia del impacto real de esta brecha en el desarrollo tecnológico, especialmente en el campo de la IA, no hay muchas mujeres en inteligencia artificial.
El cambio hacia la diversidad
Aunque la tecnología avanza a pasos agigantados y la IA se ha convertido en una de las disciplinas más relevantes en la actualidad, es preocupante que las mujeres sigamos siendo una minoría significativa en el desarrollo y la investigación de esta tecnología. Esta disparidad no solo se refleja en el número de mujeres que ocupan puestos en la industria tecnológica, sino también en la falta de diversidad de perspectivas dentro de los algoritmos y modelos que se crean.
Es aquí donde creo que mi trabajo y mi experiencia pueden aportar un valor significativo. No solo como profesional que se dedica a optimizar el rendimiento de algoritmos, sino también como mujer en un campo donde la representación es clave. Cada vez más, la diversidad se está reconociendo como un factor crucial para la innovación, y a medida que más mujeres y personas de diferentes orígenes entren en el campo de la tecnología y la IA, podremos construir soluciones más inclusivas y justas para todos.
Escríbenos si quieres ser parte del cambio y ayudar a cerrar la brecha de género en IA, construyendo un futuro más equitativo con más mujeres en el sector de la inteligencia artificial.